Catedral de la Plata
jueves, 12 de agosto de 2010
El gran estirón lo pegó entre 1903 y 1920. Ya con una comisión especial para coordinar la obra, la Provincia fue disponiendo partidas regulares cada año, las que permitieron hacer grandes avances. Casi se llegó entonces hasta el nivel de la base de las torres. Sin embargo faltaban los techos y la aguja central. Estos recién se inauguraron en 1932 durante el cincuenta aniversario de La Plata. Para la Catedral, esa fue una época muy parecida a la que se vivió en estos últimos dos años. Había grandes expectativas entre la gente alrededor de cómo serían esa aguja central y los techos de cobre. En la década del cuarenta, luego de que se instalaran los pisos de la nave central, la obra quedó interrumpida. Se dijo que era porque el edificio no iba a soportar más peso; pero en realidad ocurrió que empezaron a escasear las partidas de dinero. Esa situación, que se pensaba que iba a ser transitoria, duró más medio siglo. El templo había sufrido un gran abandono cuando en 1995 la Fundación Catedral y la dirección de Arquitectura de Obras Públicas empezaron a realizar en ella pequeñas obras, como la restauración del portón, la aguja central y el rosetón. Sin embargo, esas pequeñas obras dieron lugar a que un año después, el gobierno de la Provincia decidiera crear una Unidad Ejecutora para terminar el edificio. Durante todo el año 1997, esa Unidad Ejecutora se dedicó a hacer una investigación histórica del templo y a preparar los pliegos para la licitar las obras completamiento. Estas arrancaron recién a principios del año pasado con las tareas de restauración de la fachada y las obras de micropilotaje para reforzar los cimientos del edificio. Esas obras, que están a meses de completarse, son las que van a permitir ver terminado el gran sueño de Benoit.
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